lunes, 2 de enero de 2012

No te soporto de tanto que te quiero.



Te quiero aun sabiendo que te encierras en tu mundo cuando te necesito para algo... pero es sin querer, se que lo es, ni siquiera eres consciente de ello...

No te enteras de lo que ocurre a tu alrededor, o realmente no quieres enterarte, te has comportado como un cobarde más de una vez. Pero es que eres una persona ADORABLE, sin remedio... Cuando pienso en ti no me canso de cantar aquello de ''maldita dulzura la tuya'', de Vetusta Morla. Te haces querer sin quererlo, eres la persona más inteligente con la que me he cruzado en esta vida, tanto que me abrumas, y se que tú, cuando quieres a alguien, quieres con fuerza.
Tus jodidos besos los llevo aquí clavados, no soy capaz de olvidar.

No soy amiga de las metáforas para expresar sentimientos por escrito, de verdad que ya no tengo fuerzas para decirte las cosas en clave...
Te quiero, te quiero desde aquel día que me contaste algo de ti que nadie más sabe, desde aquel día que pasé contigo las páginas de aquel libro de Chema Madoz, sentados en un banco, mientras esperábamos que uno de nosotros robase al otro el primero de todos los besos que llegamos a darnos...
y te sigo queriendo ahora que, después de haberme dejado probar tu boca, y habérmela quitado, ando llorando por las esquinas día si día no, en silencio, para que nadie me oiga.
Es todo un puto fraude, todo lo que te digo, todo un fraude. No, no estoy bien, y no, no he conseguido olvidarme. Soy profundamente infeliz, y en un minuto me da tiempo a tener ganas de mandarte a la mierda, pero también de decirte que te quiero.
Lo único bueno que me queda son los recuerdos de esos besos tan largos que nos dimos aquellos días de frío, un poquito de Octubre y un poquito de Noviembre, y de los que siempre dudaré si te acuerdas o no.
Lo que daría por saber si piensas en ellos alguna vez.
Tantos besos que viví yo, y no soy capaz de olvidar los tuyos… y tú, que para ti fueron los primeros que has dado, y que te han dado…
¿en que maldito rincón de tu cabeza los has dejado tú?

A veces me hace tanta falta acordarme, que dejo todo lo que estoy haciendo de lado, me tumbo en absoluto silencio, y cierro muy fuerte los ojos, para recordarlo todo: cada beso, cada sonrisa, cada suspiro, cada abrazo, cada caricia, cada palabra que hubo aquellos días que se nos fue la olla... porque tengo miedo de que un día, de repente, no sea capaz de recordarlo bien, y empiece a dudar de si de verdad pasó. Me puede el pánico.
Ahí lo tienes, esa es mi triste forma de sobrevivir a este desastre.
Fugazmente, sin dar tiempo a que los demás se diesen cuenta, llegamos a ser algo enorme, y ahora ya ni yo sé porque acabamos asi… Será que tú, por no arriesgarte, por inseguro, por complicado, lo has dejado pasar todo… será que yo, simplemente por obcecada, soy totalmente incapaz de dejarlo pasar….

.